Es muy importante que el cliente verifique en el momento de la recepción del pedido que el embalaje está en buen estado.

Si el paquete que se recibe está en mal estado, es decir el embalaje está roto, deteriorado o aplastado, el cliente tiene la obligación de rechazar el paquete.

Si observa algún deterioro ocasionado por el transporte, lo tiene que indicar en el albarán de entrega en el momento de firmar la recepción del mismo.

En este caso el cliente tiene que contactar con Racó de Fusta lo antes posible, indicando la incidencia y proporcionar fotografías del exterior del embalaje e interior del paquete si el cliente ha aceptado el pedido.

Para verificar el estado del producto Racó de Fusta exigirá pruebas físicas, es decir, en primer lugar las fotografías y posteriormente el producto para poder proceder al correspondiente abono o cambio del producto incorrecto o defectuoso.

Si se han recibido productos que no corresponden al pedido solicitado, Racó de Fusta enviará de nuevo los productos correctos, siempre y cuando el cliente no los haya utilizado, manipulado o alterado.